jueves, 10 de agosto de 2017

Tefilá



Sin embargo, hay tres características negativas que impiden la plegaria.  La primera es “No desprecies a ninguna persona” (Avot 4:3)  (es decir, nunca se debe despreciar a otra persona, ni siquiera en el pensamiento) - y si no se es cuidadoso en esto se menoscaba la plegaria. 

La segunda característica es una fe dañada, es decir, cuando la persona tiene una fe imperfecta e incompleta, algo que está asociado con la idolatría. 

La tercera característica es el daño sexual. Cuando uno merece liberarse de esas tres características negativas, alcanza la plegaria perfecta. Entonces, no requiere de ningún remedio, pues puede ser curado por todo aquello que ingiera - incluso por el pan y el agua. 
Éste es el significado profundo de lo que se dice sobre Ezequías, que “unió la redención con la plegaria” -pues él redimió la plegaria de su exilio- y consecuentemente, ocultó el Libro de los Remedios (Berajot 10b). 

Likutey Moharán

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