domingo, 21 de enero de 2018

La Parashá del Rebe: Beshalaj



Shemot /Exodo 13:17 Y sucedió que cuando el faraón hubo enviado al pueblo, no lo condujo Hashem por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más próximo, pues dijo Hashem: “No sea que se arrepienta el pueblo al ver la guerra y se vuelva a Egipto”. 

 Cuando el faraón hubo enviado al pueblo, no lo condujo Hashem por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más próximo PLiShtim (פלשתים, filisteos) es similar a meFuLaSh (מפולש, abierto), que hace referencia a Hashem que abre y revela Su luz. Cuando uno comienza a dejar detrás la vida material en búsqueda de la Divinidad, la luz de Hashem es entonces demasiado intensa como para que la pueda recibir y absorber toda de una sola vez. Por lo tanto la persona debe “rodear” a los “filisteos” - i.e., tomar una ruta circunvalar en lugar de una directa, para alcanzar su objetivo. De esa manera, podrá entrar a la “Tierra Santa” - a la santidad (Likutey Halajot VI, p. 78). 

14:2 “Habla a los hijos de Israel para que vuelvan y acampen delante de Pi HaJirot, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Tzafón. Frente a él acamparán junto al mar”. 

 Habla a los hijos de Israel para que vuelvan 

Uno alcanza el verdadero arrepentimiento cuando se enfrenta con las mismas pruebas y las pasa con éxito (Likutey Moharán I, 26; ver también Rambam, Hiljot Teshuvá 2:1). Para rectificar las chispas de santidad dañadas, los judíos tuvieron que “volver” a Egipto. Así, Hashem les dijo que “volviesen” - i.e., para hacer otro esfuerzo en la recolección de las chispas de santidad y esta vez pasar la prueba con éxito. 

La Torá alude a este logro al relatar que el “botín” que juntaron en el Mar Rojo fue más grande que la riqueza que tomaron de Egipto (Rashi sobre el Cantar de los Cantares 1:11) (Likutey Halajot III, p. 157a). 

14:7 Tomó también seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto con capitanes sobre ellos. Tomó también seiscientos carros escogidos Un carro es un vehículo que está subordinado al cochero. La imaginación es un vehículo que debe estar subordinado al intelecto. El faraón -la inclinación al mal- es un experto en los poderes ilusorios, que utiliza para perseguir y asustar a la gente. 

De escuchar al faraón, la persona puede llegar a pensar que ha producido un daño tan grande que aunque trate de acercarse a Hashem y a los Tzadikim, no podrá lograrlo debido a sus pecados. Los judíos pudieron contrarrestar la amenaza del faraón mediante la plegaria y el clamor a Hashem. Entonces merecieron ver “Al caballo y a su jinete ha arrojado al mar” (Éxodo 15:1). 

Es decir, el “caballo” -el vehículo subordinado (i.e., la imaginación)- que trata de vencer al “jinete” -el vehículo superior (i.e., el intelecto)- será ahogado junto con todos los pensamientos malos e ilusorios que persiguen a la persona (Likutey Halajot VII, p. 220a-240). La batalla en contra de la imaginación es prolongada. Hashem Mismo, si así pudiera decirse, tuvo que luchar contra el faraón. 

El Midrash dice que el faraón primero cabalgó en un caballo rojo, luego en uno blanco y después en uno negro. Por su lado, Hashem pareció estar luchando con el faraón primero en un caballo rojo, luego en uno blanco y después en uno negro. Cada vez, Hashem se le aparecía el faraón de la manera en que el faraón trataba de proyectarse a sí mismo, hasta que fue vencido (Shir HaShirim Rabah1:9). 

Los poderes ilusorios son muy creativos y es necesario luchar todo el tiempo con ellos para superarlos. Además, se debe clamar a Hashem constantemente, pidiendo la salvación (Likutey Halajot VII, p. 442-223a-446). 

 14:10 Y cuando el faraón se iba acercando, los hijos de Israel alzaron sus ojos y ¡he aquí a los egipcios que venían marchando en pos de ellos! Y temieron mucho y clamaron los hijos de Israel a Hashem. 

 Y cuando el faraón se iba acercando...clamaron los hijos de Israel a Hashem 

 La única manera de escapar del faraón es clamando y buscando a Hashem (Likutey Halajot II, p. 46-24). Y cuando el faraón se iba acercando Nuestros Sabios leen la palabra hikriv (acercando) como un verbo transitivo en lugar de reflexivo. El faraón llevó a los judíos más cerca de Hashem (Shmot Rabah 21:5). 

 En general, las entidades del mal fueron creadas para ayudarnos a acercarnos a Hashem (Likutey Moharán II, 13).

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