lunes, 29 de enero de 2018

La Parashá del Rebe: Itró



Shemot / Exodo 18:1 Itró, sacerdote de Midian, suegro de Moisés, oyó todo lo que había hecho Hashem por Moisés y por Israel, Su pueblo y cómo Hashem había sacado a Israel de Egipto. 

 Itró...oyó todo lo que había hecho Hashem por Moisés y por Israel, Su pueblo y cómo Hashem había sacado a Israel de Egipto Amalek representa la inmoralidad desatada. Cuando la poderosa plegaria del Tzadik aniquila a Amalek, el Tzadik despierta en el mundo un espíritu de conciencia superior que inspira a los no judíos a convertirse al judaísmo (Likutey Moharán II, 8:3). 

18:7 Moisés salió a recibir a su suegro y se inclinó ante él y le besó. Y se preguntaron el uno al otro por su bienestar y entraron en la tienda. Y se preguntaron el uno al otro por su bienestar Itró era un idólatra; no había idolatría en el mundo a la cual no hubiese servido. Moisés era un Tzadik que recibiríala Torá directamente de Hashem. La distancia entre ambos era muy grande. Sin embargo, Moisés fue extremadamente amigable con Itró, tratándolo como a un viejo amigo. 

Ésta es la manera del Tzadik: ser amigable y cálido con todos aquellos que desean acercarse a Hashem (Likutey Halajot V, p. 464). 

18:7 Moisés salió a recibir a su suegro y se inclinó ante él y le besó. Y se preguntaron el uno al otro por su bienestar y entraron en la tienda. Y se preguntaron el uno al otro por su bienestar Itró era un idólatra; no había idolatría en el mundo a la cual no hubiese servido. Moisés era un Tzadik que recibiríala Torá directamente de Hashem. 

La distancia entre ambos era muy grande. Sin embargo, Moisés fue extremadamente amigable con Itró, tratándolo como a un viejo amigo. Ésta es la manera del Tzadik: ser amigable y cálido con todos aquellos que desean acercarse a Hashem (Likutey Halajot V, p. 464). 

19:16 Y sucedió que el día tercero, al despuntar la mañana, hubo truenos y relámpagos y una nube densa sobre el monte y una voz de shofar excesivamente fuerte. Y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. 

 Truenos y relámpagos Cuando Hashem entregó la Torá en el Sinaí los efectos se sintieron en el mundo entero. 
Los no judíos se acercaron a Bilaam para preguntarle qué estaba sucediendo y éste les respondió transmitiéndoles enseñanzas de Torá propias (Zevajim 6a). Un proceso similar ocurre hoy en día. Paralelo a la Entrega de la Torá, los grandes Tzadikim revelan tremendas enseñanzas de Torá. 

Pero al hacerlo, hay gente indigna -correspondiente a Bilaam- que promueve sus propias interpretaciones e ideas. La capacidad de esta gente para revelar Torá no le es inherente sino que surge de las enseñanzas del Tzadik (Likutey Moharán II, 57). 

19:20 Hashem descendió sobre el monte Sinaí, a la cumbre del monte; y Hashem llamó a Moisés a la cumbre del monte y subió Moisés. 

 Hashem descendió sobre el monte Sinaí 

Estamos obligados a volver a Hashem y, en respuesta, Él se vuelve hacia nosotros. El volvernos a Él es llamado “arrepentimiento” e indica nuestro ascenso a través de las Cuarenta y Nueve Puertas del Arrepentimiento. Esto se logra mediante el recitado de los Salmos. Cuando Hashem se vuelve hacia nosotros, ello es llamado también “retorno” y “arrepentimiento”. Esto corresponde a Su descenso hacia la Puerta Cincuenta del Arrepentimiento, que se encuentra más allá del alcance de los seres humanos (Likutey Moharán II, 73).

martes, 23 de enero de 2018

La envidia


Es posible llegar a poseer propiedad robada sin haberla robado uno mismo. Es posible robar al vecino con el solo hecho de sentir envidia de lo que tiene. Es por eso que la prohibición en contra de la envidia es tan seria. Con la envidia es posible robar a otro de su dinero y del alma de sus hijos e hijas, tal cual un verdadero ladrón.

Consejo

domingo, 21 de enero de 2018

La Parashá del Rebe: Beshalaj



Shemot /Exodo 13:17 Y sucedió que cuando el faraón hubo enviado al pueblo, no lo condujo Hashem por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más próximo, pues dijo Hashem: “No sea que se arrepienta el pueblo al ver la guerra y se vuelva a Egipto”. 

 Cuando el faraón hubo enviado al pueblo, no lo condujo Hashem por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más próximo PLiShtim (פלשתים, filisteos) es similar a meFuLaSh (מפולש, abierto), que hace referencia a Hashem que abre y revela Su luz. Cuando uno comienza a dejar detrás la vida material en búsqueda de la Divinidad, la luz de Hashem es entonces demasiado intensa como para que la pueda recibir y absorber toda de una sola vez. Por lo tanto la persona debe “rodear” a los “filisteos” - i.e., tomar una ruta circunvalar en lugar de una directa, para alcanzar su objetivo. De esa manera, podrá entrar a la “Tierra Santa” - a la santidad (Likutey Halajot VI, p. 78). 

14:2 “Habla a los hijos de Israel para que vuelvan y acampen delante de Pi HaJirot, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Tzafón. Frente a él acamparán junto al mar”. 

 Habla a los hijos de Israel para que vuelvan 

Uno alcanza el verdadero arrepentimiento cuando se enfrenta con las mismas pruebas y las pasa con éxito (Likutey Moharán I, 26; ver también Rambam, Hiljot Teshuvá 2:1). Para rectificar las chispas de santidad dañadas, los judíos tuvieron que “volver” a Egipto. Así, Hashem les dijo que “volviesen” - i.e., para hacer otro esfuerzo en la recolección de las chispas de santidad y esta vez pasar la prueba con éxito. 

La Torá alude a este logro al relatar que el “botín” que juntaron en el Mar Rojo fue más grande que la riqueza que tomaron de Egipto (Rashi sobre el Cantar de los Cantares 1:11) (Likutey Halajot III, p. 157a). 

14:7 Tomó también seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto con capitanes sobre ellos. Tomó también seiscientos carros escogidos Un carro es un vehículo que está subordinado al cochero. La imaginación es un vehículo que debe estar subordinado al intelecto. El faraón -la inclinación al mal- es un experto en los poderes ilusorios, que utiliza para perseguir y asustar a la gente. 

De escuchar al faraón, la persona puede llegar a pensar que ha producido un daño tan grande que aunque trate de acercarse a Hashem y a los Tzadikim, no podrá lograrlo debido a sus pecados. Los judíos pudieron contrarrestar la amenaza del faraón mediante la plegaria y el clamor a Hashem. Entonces merecieron ver “Al caballo y a su jinete ha arrojado al mar” (Éxodo 15:1). 

Es decir, el “caballo” -el vehículo subordinado (i.e., la imaginación)- que trata de vencer al “jinete” -el vehículo superior (i.e., el intelecto)- será ahogado junto con todos los pensamientos malos e ilusorios que persiguen a la persona (Likutey Halajot VII, p. 220a-240). La batalla en contra de la imaginación es prolongada. Hashem Mismo, si así pudiera decirse, tuvo que luchar contra el faraón. 

El Midrash dice que el faraón primero cabalgó en un caballo rojo, luego en uno blanco y después en uno negro. Por su lado, Hashem pareció estar luchando con el faraón primero en un caballo rojo, luego en uno blanco y después en uno negro. Cada vez, Hashem se le aparecía el faraón de la manera en que el faraón trataba de proyectarse a sí mismo, hasta que fue vencido (Shir HaShirim Rabah1:9). 

Los poderes ilusorios son muy creativos y es necesario luchar todo el tiempo con ellos para superarlos. Además, se debe clamar a Hashem constantemente, pidiendo la salvación (Likutey Halajot VII, p. 442-223a-446). 

 14:10 Y cuando el faraón se iba acercando, los hijos de Israel alzaron sus ojos y ¡he aquí a los egipcios que venían marchando en pos de ellos! Y temieron mucho y clamaron los hijos de Israel a Hashem. 

 Y cuando el faraón se iba acercando...clamaron los hijos de Israel a Hashem 

 La única manera de escapar del faraón es clamando y buscando a Hashem (Likutey Halajot II, p. 46-24). Y cuando el faraón se iba acercando Nuestros Sabios leen la palabra hikriv (acercando) como un verbo transitivo en lugar de reflexivo. El faraón llevó a los judíos más cerca de Hashem (Shmot Rabah 21:5). 

 En general, las entidades del mal fueron creadas para ayudarnos a acercarnos a Hashem (Likutey Moharán II, 13).

domingo, 14 de enero de 2018

La Parashá del Rebe: Bo


Shemot / Exodo 10:9 Y Moisés dijo: “Con nuestros jóvenes y con nuestros ancianos iremos; con nuestros hijos y con nuestras hijas, con nuestro ganado menor y con nuestro ganado mayor iremos, porque hemos de celebrar una fiesta a Hashem”. 

 Con nuestros jóvenes y con nuestros ancianos iremos 

“Jóvenes” y “ancianos” aluden a todos los niveles de la realidad que se unen en la vida de la persona cuando sirve a Hashem (Likutey Moharán I, 24:3). 

 11:4 Y dijo Moisés: “Así ha dicho Hashem: ‘Como a la medianoche saldré por en medio de Egipto’”. Al llamar a la nación judía “Mi hijo primogénito” (Éxodo 4:22), Hashem vio el bien en los judíos que estaban en Egipto, incluso en sus momentos más bajos y oscuros (Likutey Halajot I, p. 5a). 

 Nuestros Sabios hablan elogiosamente de la práctica de levantarse para jatzot, en medio de la noche, para pedirle a Hashem el final del exilio y traer la Redención Final. Todo ello puede lograrse a esa hora debido a que jatzot representa la capacidad de encontrar la luz y el bien en medio del mal y de la oscuridad (ibid., I, p. 5b). 

12:12 “Porque pasaré por la tierra de Egipto, esta noche, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de hombre como de bestia; y sobre todos los dioses de Egipto ejecutaré juicio. 
Yo soy Hashem”. Pasaré por la tierra de Egipto, esta noche Hashem Mismo pasó a través de la Tierra de Egipto. 

Como afirma la Hagadá de Pesaj: “Yo, y no un ángel”. 
Ello se debe a que los niveles inferiores de santidad no pueden sobrevivir el contacto con los niveles extremadamente profundos de la impureza. Lo mismo ocurre hoy en día. Sólo los niveles más elevados de los secretos de la Torá pueden descender hacia los ámbitos inferiores y nutrir las almas que están alejadas de Hashem (Likutey Moharán I, 56:4). 

12:19 “Durante siete días no ha de hallarse leudado en sus casas; pues quien comiere de cosa leudada, su alma será cortada de en medio de la congregación de Israel, ya sea extranjero o nacido en el país”. 

Ninguna cosa leudada comerán MaJMeTzeT (מחמצת, leudado) - aquí hay JaMeTz (חמץ), aquí hay MeT (מת) (ver Zohar III, 251b). MaJMeTzeT (מחמצת,leudado) incorpora las palabras JaMeTz (חמץ, leudado)y MeT (מת,muerte). 

El jametz representa la ira y la muerte. A partir de esto podemos inferir que la persona no debe comer cuando está enojada (Likutey Moharán I, 57:8). 

13:4 “Hoy mismo salen, en el mes de la primavera”. 

 Hoy mismo salen, en el mes de la primavera 

El exilio fue precipitado por las chispas de santidad caídas (debido al pecado de Adán). Cada primavera, cuando comienza a crecer la vegetación, esas chispas reciben una elevación y pueden encontrarse en las frutas. Cuando alguien recita la bendición sobre las frutas con sinceridad eleva esas chispas. Así, la época de la primavera vuelve a actualizar el Éxodo, cuando las “chispas caídas” fueron redimidas del exilio (Likutey Halajot II, págs. 192-194). 

13:9 “Y te será como señal sobre tu mano y como recuerdo entre tus ojos, para que esté la ley de Hashem en tu boca: porque con mano fuerte te hizo salir Hashem de Egipto”. 

Como recuerdo entre tus ojos 

El poder de la memoria depende de los ojos. Al santificar los ojos, es posible alcanzar la santidad de la vista y mejorar la memoria (Likutey Halajot I, p. 122). Como recuerdo entre tus ojos El olvido proviene de un mal ojo. Para tener una buena memoria, es necesario tener un buen ojo (Likutey MoharánI, 54:4). 
Más aún, cuando la persona recuerda con claridad sus estudios de Torá no cae presa de las fantasías y de la confusión.

viernes, 12 de enero de 2018

Siempre satisfechos



Uno debe estar siempre satisfecho con lo que tiene. Sólo se debe tomar del mundo aquello que es absolutamente esencial. No es necesario vivir en el lujo, como tanta gente lo hace hoy en día, debido a nuestros pecados. Sobre aquellos que carecen de este sentimiento de satisfacción dice el versículo, "el vientre de los malvados padecerá necesidad" (Proverbios 13:25), pues siempre están necesitando algo. Uno debe estar satisfecho con lo que el Santo, bendito sea, le ha dado, e incluso de esto deberá contribuir con una porción para caridad. Esto genera una gran unificación entre los mundos superiores, y el mundo es bendecido con abundancia.

Consejo.

domingo, 7 de enero de 2018

La Parashá del Rebe: Vaerá



Shemot / Exodo 6:3 “Yo aparecí a Abraham, a Itzjak y a Iaacov, como El Shadai, pero no les revelé Mi Nombre IHVH”. 

 No les revelé Mi Nombre IHVH 

 Cuando la conciencia está en el exilio, el habla (que es la expresión de la conciencia) también está en el exilio. Entonces es muy difícil reconocer a Hashem y, como resultado, la compasión de Hashem se mantiene oculta de la persona (Likutey Moharán I, 56:7). 

6:14 Éstas son las cabezas de sus familias. Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Janoj, Palú, Jetzrón y Karmí. Éstas son las familias de Rubén. Éstas son las cabezas de sus familias 

“Las cabezas de sus familias” es una referencia a los Patriarcas (Likutey Moharán I, 13:4). 
Esas “cabezas” están asociadas con los portales de la santidad, como en el versículo “¡Portales, levanten sus cabezas!” (Salmos 24:9). Cuando invocamos el mérito de los Patriarcas, levantamos los portales de la fe y de la santidad (Likutey Moharán I, 57:8)

7:20 Y Moisés y Aarón hicieron así como les había mandado Hashem; pues levantó la vara y golpeó las aguas que había en el río, a vista del faraón y de sus siervos y se convirtieron todas las aguas del río en sangre. Se convirtieron todas las aguas del río en sangre 

La sangre representa los juicios, pero el agua también representa los juicios. Pues el agua no sólo le trae bendiciones y abundancia al hombre sino que también puede ser un instrumento de castigo (tal como Hashem que ahogó a la malvada Generación del Diluvio, o como los tsunamis, tormentas torrenciales, inundaciones y demás). Debido a su maldad, los egipcios despertaron el juicio hacia ellos y el agua que normalmente les traía bendiciones y abundancia se transformó en sangre, un vehículo del juicio (Likutey Halajot IV, p. 40a). 

9:29 Y Moisés le dijo: “Cuando salga de la ciudad, extenderé mis palmas hacia Hashem y los truenos cesarán y no habrá más granizo; para que sepas que la tierra le pertenece a Hashem”. 

Extenderé mis palmas hacia Hashem Debido a que la ciudad estaba llena de idolatría, no era un lugar apto para elevar una plegaria a Hashem. Por lo tanto Moisés tuvo que salir de allí para poder orar (Likutey Moharán I, 7:1). 
También nosotros debemos huir de lugares y de situaciones de idolatría y de inmoralidad para poder orar con todo nuestro corazón.

lunes, 1 de enero de 2018

La Parashá del Rebe: Shemot



Shemot / Exodo 1:11 Pusieron sobre él oficiales de tributos, para oprimirlo con sus cargas. Y edificó ciudades de tesoros para faraón: Pitom y Ramsés. 

Ciudades de tesoros 

 Estas ciudades se desmoronaban constantemente y debían ser reconstruidas todo el tiempo (Sotá 11a). Esta afirmación Talmúdica se basa en la palabra MiSKeNot (מסכנות, tesoros), que connota tanto SaKaNá (סכנה, peligro) como MiSKeN (מסכן, pobre). 

La persona debe construir su hogar sobre un cimiento de sabiduría: la sabiduría de la Torá (Likutey Moharán I, 266; Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #60). 

De lo contrario, deja su casa espiritualmente pobre y en peligro de colapso espiritual. Pero cuando construye su hogar con sabiduría, crea una “ciudad de tesoro” espiritual. 

 2:3 Pero no pudiendo ocultarlo por más tiempo, tomó para él una canasta de juncos y la calafateó con asfalto y con brea; y colocando en ella al niño, la puso en un cañaveral, a la ribera del río. 

Colocando en ella al niño, la puso en un cañaveral, a la ribera del río. 

El pecado de Adán -la simiente emitida en vano- fue la principal causa del Diluvio (ver Nidá 13a). El Ari explica que la rectificación de ese pecado comenzó con la esclavitud en Egipto. 
Los niños judíos que fueron arrojados al río eran la reencarnación de aquellos que murieron en el Diluvio y su sufrimiento expió por sus pecados anteriores (Shaar HaPesukim,Shemot). 

 También Moisés fue arrojado al río. Pero dado que estaba destinado a redimir al pueblo judío, fue salvado y, gracias a él, también los otros fueron salvados. Ello se debió a que la misión de Moisés en la vida fue redimir a los judíos, como encontramos a lo largo de toda la Torá. Además, vemos que Moisés fue rescatado por la hija del faraón, quien le dio el nombre de Moshé, significando “aquel que fue tomado de las aguas”. MoShéH (משה, Moisés), que tiene el valor numérico de 345, representa la redención; él elevó a los judíos desde el ShMaD (שמד, destrucción), que es numéricamente equivalente a 344, hacia el RaTzÓN(רצון, Favor Divino), que es numéricamente equivalente a 346 (Likutey Moharán I, 215). 

También la hija del faraón fue elevada desde la idolatría hacia el favor y fue gracias a Moisés que se convirtió al judaísmo (Likutey Halajot I, p. 268). 

 2:14 A lo que respondió: “¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Acaso piensas matarme a mí como mataste al egipcio?”. Por esto Moisés tuvo miedo y dijo: “¡Seguramente se ha conocido el motivo!”. Seguramente se ha conocido el motivo 

El conflicto y la disputa producen el exilio (Likutey Halajot II, p. 184). Cuando Moisés vio a Datán y Aviram peleando, comprendió por qué los judíos estaban sufriendo en el exilio. La disputa indica un sentido pervertido de la justicia y la justicia corrompida genera el exilio. La verdadera justicia, por otro lado, lleva a la paz (ibid., VII, p. 24). 

3:5 Y Él dijo: “No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que estás, es tierra Santa”. Todo aquel que desee alcanzar una revelación de la Divinidad, como hizo Moisés, deberá deshacerse de todos los deseos materiales. El cuerpo es comparado con el calzado porque el cuero, cuando se trabaja, se vuelve muy blando y apto para conformar una vestimenta. Aun así, no siempre es purificado totalmente: es posible que aún le quede algo de mal olor. Sólo las clases de cuero que han sido trabajadas una y otra vez en las curtiembres estarán libres de olor. De la misma manera, hay Tzadikim que han conquistado sus deseos materiales, haciendo de sus cuerpos receptáculos adecuados para la Divinidad. Pero también hay Tzadikim, como Moisés, que trabajaron más aún sobre ellos mismos y lograron descartar completamente su corporeidad (Likutey Halajot III, p. 36). 

3:13 “Pero Moisés le dijo a Hashem: “He aquí, yo iré a los hijos de Israel y les diré: “El Elohim de sus padres me ha enviado a ustedes”, y cuando ellos me pregunten: ‘¿Cuál es Su Nombre?’, ¿Qué les diré?”. ¿Cuál es Su Nombre? La gente está siempre diciendo, “¡Oh, Hashem mío!”. Pero, ¿qué significa esto? Uno debe realmente conocer a Hashem y a Su Nombre para reconocerlo y servirlo (Likutey Halajot I, p. 444).