domingo, 29 de octubre de 2017

Ira


Si la persona se abandona a la ira, despierta entonces al gran acusador - Esaú o Edom. El acusador en los mundos superiores es la raíz de los acusadores y enemigos que descienden y se hacen cargo de esta persona colérica. Su ira expulsa su sabiduría y la imagen del Santo, bendito sea, desaparece de su rostro. 
Ya no tiene un rostro humano. Es por esto que ahora está en poder de sus enemigos. Pues ahora tiene la apariencia de una bestia a la que ellos no temen.

Consejo

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