Al comenzar cada día
Es muy bueno depender sólo del Santo, bendito sea. Al comenzar cada día debes dejar que cada uno de tus movimientos, que cada una de las acciones de tus hijos y de otros dependientes tuyos quede en las manos de Hashem, pidiendo que todo vaya de acuerdo a Su voluntad.
(Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov 2).
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